20 de marzo de 2019

Confusión

Hoy llovió por dentro y por fuera, llovió mucho, tanto que dolió.

A veces hay lluvia en nuestra alma, todo se moja, todo se empapa. Nos enfriamos los huesos bajo la lluvia, todo duele. Pero la lluvia es necesaria, porque cuando hay sequías, la lluvia se convierte en un alivio.

Hoy fue un alivio, no dejó de doler su presencia con sus fuertes gotas heladas tocando mi piel, pero fue un alivio, a veces el dolor es un alivio.

Las gotas recorren mi cara, ya no es la lluvia la que me toca, son mis lágrimas, hoy llovió por dentro también, hoy todo se puso gris, hoy me acordé, hoy llore.

El dolor me carcome y aun así no entiendo que duele. Me desencuentro y estoy cerca de encontrarme. Me alejo, doy vueltas, vuelvo.

No estoy segura de nada, excepto de que hoy me abrazo en la lluvia, abrazo mi dolor, lo interpelo y aprendo.

Hoy llovió y yo me ame mi dolor.